Hace un poco más de un año, Gladis Lázaro recibió una noticia que cambió su vida. Luego de lidiar con optimismo una condición renal que la obliga a tener sesiones de diálisis tres veces por semana, en un examen de rutina descubrieron que tenía cáncer en el apéndice. Esto la sumergió en una profunda depresión. “Siempre he sido una persona positiva, pero eso sí me paralizó” , recuerda. “Quería hacer cosas, pero mi cuerpo no se movía ”. En medio de ese momento oscuro en su vida, hace dos meses encontró una actividad comunitaria que le devolvió la alegría y las ganas de estar activa: bailar salsa .

Gladis, quien vive en Charlotte, Carolina del Norte, se encontró un aviso comunitario en las redes sociales, en donde se invitaba a clases gratuitas de baile , organizadas por un grupo loca

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