Veinte minutos después del mediodía, la charla del activista político de la derecha estadounidense Charlie Kirk, en la Universidad del Valle de Utah, fue interrumpida por un tiro mortal. El disparo al republicano lo hizo un francotirador aproximadamente a una distancia de 130 metros. En cuestión de minutos se hicieron virales las escabrosas imágenes, en las que se veía la sangre saliendo del cuello de Kirk entre decenas de espectadores horrorizados que huyeron de inmediato del lugar.

Del sospechoso, hasta el cierre de esta edición, se sabe poco. Después del tiroteo, una persona mayor fue señalada como posible involucrada en los hechos y arrestada, pero fue puesta en libertad luego de ser investigada e interrogada por el FBI. Los focos señalan a otra persona que, en videos compartido

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