lancha patrullando el Danubio.

Crónicas Castizas

Como ya se había proclamado una amnistía le dejaron libre pero se planteó la persistencia de expedientes de antaño obsoletos en los cuerpos policiales del Estado. En el cuartel de la Guardia Civil de la madrileña calle Guzmán el Bueno, un sargento veterano del benemérito instituto, que había comenzado su carrera siendo Guardia Joven en Valdemoro y la había consolidado en Vascongadas, donde fue herido, y en misiones de la OTAN y de Naciones Unidas en el Danubio y en la exYugoslavia, le dijo a su teniente que legalmente, para aplicar la ley, tendrían que destruir todos los legajos y expedientes policiales que tenían almacenados por motivos políticos. Escuchar noticias Es una funcionalidad para los miembros de Mi Debate. Regístrate ahora

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