La aventura comenzó hace cuatro años, o incluso más. Por la cabeza de Armando, propietario de Agromar, rondaba la posibilidad de abrir un local donde cocinar las materias primas que cada mañana entraban en El Musel y que trabajaban habitualmente en la conservera, como oricios, bonito, bocartes, cocochas... y esto dió lugar a Alalunga, cuyo nombre responde a un atún blanco, el 'thunnus alalunga', también conocido como bonito del norte o albacora. Hace dos años se incorporó al proyecto Luis Menéndez, cocinero que ya había sido empresario en A Catar, y más recientemente su mujer, Anna, una jefa de sala muy agradable en el trato, con lo que la mejora ha sido sustancial.

Poco a poco se ha ido notando la buena mano de Luis, más maduro ya que en su anterior proyecto, que busca una relación calid

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