El futuro carro de combate europeo, el proyecto MGCS (Main Ground Combat System), podría quedar en suspenso. La razón no es otra que la monumental inversión que Alemania planea destinar a la modernización de sus fuerzas acorazadas, una operación que podría alcanzar los 20.000 millones de euros. Este desembolso de enorme envergadura se centrará en la adquisición de cientos de tanques Leopard 2A8, una apuesta decidida por una plataforma ya probada que, sin embargo, amenaza con retrasar el desarrollo conjunto con Francia de un sistema de armas de nueva generación. Este ambicioso programa busca definir las capacidades de los blindados del futuro, en un momento en que con tecnologías disruptivas.
De hecho, esta decisión estratégica responde a una necesidad imperiosa marcada por el nuevo esce