La estrategia para transformar un ahorro modesto en un capital de envergadura para la jubilación no es un secreto reservado a grandes inversores, sino un método accesible que se sustenta en dos pilares fundamentales: la constancia y el tiempo . La clave reside en comprender que empezar pronto es mucho más relevante que la cuantía de las aportaciones iniciales, un factor que a menudo desanima a los más jóvenes. De hecho, con un desembolso total de apenas 10.000 euros distribuidos en diez años, es posible amasar una fortuna que roza los 200.000 euros en el momento del retiro. Esta planificación personal cobra aún más importancia ante el debate sobre la viabilidad del sistema público, donde muchos analistas advierten que para garantizar su futuro.
En este sentido, esta es la reveladora tes