Hay perfiles que no están hechos para la incertidumbre. Buscan, por encima de todo, la seguridad de saber que cada mes, durante los próximos veinte o treinta años, pagarán exactamente lo mismo por su casa. Para ellos, la hipoteca a tipo fijo es la única opción viable, ya que les ofrece la tranquilidad de una cuota mensual inalterable, blindada contra cualquier vaivén económico o subida de los tipos de interés. Es un pacto de estabilidad a cambio, eso sí, de asumir un coste inicial generalmente más elevado que otras alternativas.

Por el contrario, otros compradores prefieren jugar con las reglas del mercado. Son aquellos con una mayor tolerancia al riesgo y, a menudo, con una situación laboral y financiera que les permitiría absorber un encarecimiento de la letra mensual. Estos clientes

See Full Page