L a vigésima etapa de la Vuelta a España 2025 , disputada este sábado entre Robledo de Chavela y la emblemática Bola del Mundo , pasará a la historia no solo como el último gran reto deportivo de la ronda, sino como el espejo de un clima convulso que ha marcado la carrera desde el primer día. Tres semanas de tensión, improvisación y resistencia, en las que el ciclismo ha convivido con un contexto político y social que lo desbordaba.
Todo comenzó el 23 de agosto en Italia, cuando el pelotón inició su travesía bajo un ambiente que ya se intuía enrarecido. Desde entonces, cada etapa ha estado atravesada por la sombra de las protestas propalestinas, que han condicionado recorridos, alterado planes logísticos y desafiado la seguridad de corredores, organizadores y público. En Cercedilla