Barcelona fue escenario de un fallo judicial inédito q ue podría marcar un antes y un después en la jurisprudencia española sobre los efectos adversos de las vacunas contra el COVID-19. El Juzgado de lo Social número 31 reconoció que las secuelas sufridas por Pedro García, docente de Física y Química, tras recibir la vacuna AstraZeneca deben ser consideradas como accidente laboral.

García, que entonces tenía 45 años, fue convocado en febrero de 2021 a vacunarse en el marco de la campaña nacional dirigida a trabajadores esenciales. Semanas después desarrolló una trombosis severa que lo mantuvo internado más de tres semanas, incluida una en terapia intensiva. Los médicos diagnosticaron una trombocitopenia trombótica inmune inducida por la vacuna Vaxzevria, reacción reconocida oficialme

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