Por Mariano Migliazzo
La historia de El Nazareno comenzó en 1982, cuando Leonardo José Grisoni y María Estela Gurriere se instalaron en Arroyo de los Patos, en Traslasierra, junto a sus cinco hijos. En una pequeña habitación levantada por ellos mismos empezaron a elaborar sus primeras especialidades, impulsados por la tradición familiar vinculada a la repostería y por la necesidad de sostener a una familia numerosa en un pueblo turístico.
El inicio no fue fácil: la familia vivió en una carpa y tuvo que recurrir a la carpintería y la herrería para fabricar sus propias herramientas de trabajo. Inspirado en su fe, Grisoni eligió llamar al emprendimiento El Nazareno y lo definió como una “fábrica familiar”, reconociendo el esfuerzo conjunto de todos sus integrantes.
Con el tiempo, las es