La reciente derrota electoral del presidente Javier Milei ha desatado una crisis interna en su gobierno. Este revés ha evidenciado la fragilidad del sistema de toma de decisiones del partido libertario y ha puesto de relieve la relación estrecha entre Milei y su hermana Karina, a quien considera esencial para su proyecto político.

Después de una semana de tensiones y críticas, Milei defendió a su hermana en redes sociales, afirmando que "Javier es Karina, Karina es Javier". Este respaldo fue parte de una estrategia más amplia, donde varios funcionarios cercanos a la familia presidencial se unieron para apoyar al mandatario. Un amigo de Milei comentó: "Es su bastón, no es nada sin ella", subrayando la importancia de Karina en su administración.

La situación se complicó con rumores sobre la influencia de Santiago Caputo, un consultor cercano al presidente, quien ha sido señalado como parte de la presión interna. Funcionarios del gobierno han indicado que Caputo no está en su mejor momento, lo que ha alimentado la especulación sobre su futuro en el equipo.

Las redes sociales se convirtieron en un campo de batalla tras la derrota, con críticas dirigidas hacia la gestión de Milei y su círculo cercano. Algunos comunicadores han sugerido que Caputo podría renunciar si no se toman decisiones que fortalezcan el poder de Karina.

En respuesta a la crisis, Milei anunció cambios en la gestión política y reafirmó su proyecto económico. Se estableció una nueva mesa política para la provincia de Buenos Aires, que incluye a dirigentes del PRO, y se busca una negociación federal con los gobernadores.

Guillermo Francos ha sido empoderado en este nuevo enfoque, respaldado por algunos sectores del empresariado. Además, Lisandro Catalán ha sido nombrado como nuevo ministro del Interior, con la esperanza de mejorar las relaciones con los gobernadores.

La situación sigue siendo tensa, y el futuro del gobierno de Milei dependerá de cómo maneje estas crisis internas y la presión externa tras la reciente derrota electoral.