Liérganes , situado en el corazón de Cantabria, es un municipio que combina historia, tradición y naturaleza en un solo recorrido. El pueblo está dividido en dos zonas principales: el Barrio del Mercadillo y el Barrio de El Sol , cada una con una identidad propia marcada por su arquitectura, calles empedradas y casonas centenarias que narran siglos de historia. Estas zonas, aunque distintas, están unidas por elementos culturales y naturales que hacen de Liérganes un lugar único para vecinos y visitantes.

El Barrio del Mercadillo se caracteriza por sus plazas y rincones donde antiguamente se celebraban los mercados semanales. Sus calles conservan un trazado que recuerda a épocas pasadas, con casas que muestran fachadas de madera, balcones de hierro forjado y detalles que evidencian la riqueza de sus antiguos habitantes. En contraste, el Barrio de El Sol posee un aire más residencial, con calles más amplias y casonas que reflejan la influencia de la arquitectura regional en los siglos XVIII y XIX. A pesar de estas diferencias, ambos barrios comparten la presencia del río Miera , que atraviesa el municipio y marca su paisaje, otorgándole una belleza singular y un entorno natural que ha sido fundamental para la vida del pueblo a lo largo de los siglos.

Uno de los elementos más emblemáticos de Liérganes es el Puente Mayor , que conecta los dos barrios. Este puente no solo tiene un valor funcional, sino también simbólico, ya que representa la unión de la historia y la tradición de ambos barrios. Pasear por el Puente Mayor permite a los visitantes realizar un auténtico viaje por el tiempo , observando el contraste entre las diferentes zonas y disfrutando de vistas privilegiadas del río y sus orillas, donde a menudo se pueden ver patos, peces y otros elementos del ecosistema local.

Otro de los atractivos de Liérganes es la leyenda del Hombre Pez , que sigue siendo un elemento central de la identidad del municipio. La historia cuenta que un hombre llamado Francisco de la Vega, convertido en “Hombre Pez”, habitó el río Miera y dejó una huella imborrable en la memoria de los vecinos. Esta leyenda ha trascendido generaciones y se ha convertido en un símbolo cultural que atrae a turistas y curiosos, manteniendo viva la tradición oral y reforzando la conexión entre la historia y el presente del pueblo. A lo largo del año, diversos eventos y celebraciones rinden homenaje a esta figura, incluyendo recreaciones teatrales y visitas guiadas que explican los orígenes de la leyenda y su importancia en la identidad de Liérganes.

Además de su riqueza histórica y cultural, Liérganes ofrece experiencias gastronómicas y turísticas que complementan el recorrido por sus barrios. Los visitantes pueden disfrutar de platos típicos cántabros en restaurantes locales, pasear por sus calles y plazas, y participar en actividades culturales que incluyen exposiciones, talleres y ferias tradicionales. Las fiestas locales, que suelen coincidir con celebraciones religiosas y festividades como San Cipriano, permiten a los visitantes sumergirse en la vida cotidiana del pueblo y experimentar de primera mano la hospitalidad de sus habitantes.

El turismo en Liérganes también se ve potenciado por su entorno natural. El río Miera no solo es un elemento histórico y cultural, sino que también ofrece oportunidades para el senderismo, la fotografía y la observación de fauna y flora . Los paseos a lo largo de sus orillas permiten disfrutar de un paisaje que combina montañas, vegetación exuberante y arquitectura tradicional, creando un equilibrio entre naturaleza y urbanismo que resulta atractivo para todo tipo de visitantes.