IEl asesinato de Charlie Kirk no es un hecho aislado, sino un episodio que prolonga una tradición oscura en la política norteamericana. El presente es, en efecto, una época tanto o más violenta en el contexto sociopolítico de Estados Unidos, como la vivida durante las protestas por la guerra de Vietnam o el movimiento por los derechos civiles que incluyó el discurso “I have a dream” en las escalinatas del Monumento a Lincoln. La bala que alcanzó a Kirk este miércoles en un campus universitario en Utah parece resonar con los ecos antiguos de los ’60 y ’70 (las detonaciones en Dallas que abatieron a John F. Kennedy, el estruendo en Memphis que derribó a Martin Luther King, la ráfaga que en Harlem arrebató a Malcolm X) aunque episodios más cercanos no exigen apremiar tanto a la memoria: el as
La bala entre el público

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