Caminar por el centro de Puerto Ordaz es recorrer un paisaje detenido en el tiempo, donde la batalla entre la historia gloriosa y el presente de abandono se libra a cada paso.
Más de 70 años después de su fundación, las calles, que alguna vez rebosaron de vida, ahora están tomadas por la maleza que crece sin tregua y por montones de basura acumulada en esquinas que parecen olvidadas por el tiempo y las autoridades.
Entre la carrera Piar y la calle La Urbana, a la sombra de lo que fuera un próspero edificio, en donde llegó a funcionar Seguros Caracas, Seniat y otras entidades financieras, ahora solo queda un basurero improvisado.
No son solo los escombros lo que llama la atención, sino la presencia constante de niños en situación de calle, quienes han encontrado refugio entre los rincone