Las bombas de racimo, cuyo uso está prohibido por la Convención de Oslo de 2008, siguen usándose ampliamente en conflictos como el de Ucrania, alerta el informe de una oenegé.

Se trata de un 43 por ciento más que en 2023: al menos 314 civiles murieron por bombas de racimo en 2024, un 43 por ciento más que en 2023, según alerta el informe anual de la alianza de la onegé Cluster Monitor Coalition (CMC), publicado el lunes, 15 de septiembre de 2025.

En conflictos como el de Ucrania, que ya se extiende por más de tres años, ataques con este tipo de proyectiles que se disgregan en el aire formando municiones más pequeñas han sido usados por fuerzas tanto rusas como ucranianas, causando al menos 1200 víctimas, detalla el informe anual.

La investigación también denuncia el uso de este armament

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