El mundo de la gastronomía en Argentina se encuentra de luto tras la muerte de Germán Torres, un destacado panadero que falleció en la madrugada del domingo a los 40 años, después de una larga enfermedad. Su legado ha transformado la forma de entender y consumir pan en el país, especialmente a través de la popularización de la masa madre, que se ha convertido en un símbolo de calidad y tradición.

Nacido en 1985 en Buenos Aires, Torres comenzó su carrera como publicista, trabajando en agencias como McCann Erickson. Sin embargo, su verdadera pasión por la panadería lo llevó a formarse en el Instituto Argentino de Gastronomía. A lo largo de su trayectoria, trabajó en reconocidos restaurantes y panaderías, incluyendo Guido’s, Quimbombó y La Panadería de Pablo. Su experiencia en Nueva York también influyó en su enfoque hacia la panificación.

En 2016, fundó Salvaje Bakery en Palermo, un espacio que revolucionó la panadería alternativa en la ciudad. Este lugar se convirtió en un punto de encuentro para los amantes del buen pan, demostrando que la masa madre podía atraer a un público joven y curioso. Posteriormente, creó su marca personal, Delirante, y se asoció con el chef Christian Petersen para abrir La Valiente, consolidando su posición como referente en el sector.

Torres también fue autor de dos libros, "Pan de garage" (2019) y "Pan de campo" (2022), que se convirtieron en guías para cocineros y aficionados. En sus obras, invitaba a los lectores a perder el miedo a la fermentación y a reconectar con el pan como un alimento esencial.

La noticia de su fallecimiento ha generado un profundo impacto en la comunidad gastronómica. Personalidades como Fernando Trocca, Narda Lepes y Tomás Kalika expresaron su dolor y recordaron su talento y generosidad. Su socio Christian Petersen lo despidió con un emotivo mensaje, resaltando la pasión que Torres ponía en cada receta.

Con su partida, Germán Torres deja un vacío en el mundo de la panadería artesanal, pero su influencia perdurará en cada horno que se encienda en su honor. Su trabajo ayudó a que el pan de masa madre se convirtiera en una costumbre valorada en las mesas argentinas.