QARDAHA/JARAMANA, Siria, (Reuters) – El presidente sirio, Ahmed al-Sharaa, ha conseguido importantes victorias diplomáticas desde que tomó el poder hace nueve meses, pero corre el riesgo de perder la batalla que más importa: mantener unido a su país profundamente dividido.

En el noreste de Siria, las fuerzas kurdas se resisten a la integración al estado tras 14 años de guerra civil y exigen una nueva constitución que reconozca sus derechos. En el sureste, miembros de la comunidad drusa reclaman abiertamente la independencia tras violentos enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales.

Y, en el noroeste de Siria, un líder de la comunidad alauita dice que la administración de Sharaa amenaza su supervivencia después de que militantes sunitas afiliados al gobierno masacraran a cientos de c

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