Mantener el baño con un aroma fresco y constante es un pequeño reto cotidiano. Los sprays perfuman al instante, pero su efecto desaparece casi tan rápido como llega. Las velas, por su parte, transmiten calidez pero requieren encenderse, vigilarse y, en muchos casos, no resultan prácticas para espacios reducidos . Entonces surge la pregunta: ¿existe una alternativa que combine comodidad, duración y un aspecto decorativo ?
Cada vez más personas están incorporando a sus hogares un formato discreto que ha ganado terreno a los ambientadores tradicionales. No necesita electricidad, tampoco genera humo ni requiere aplicaciones constantes. Su secreto está en liberar la fragancia poco a poco, de forma uniforme , logrando que el baño conserve un aroma agradable durante días e incluso semanas.