La celebración del Día de la Independencia impulsa cada año la creatividad y el entusiasmo en los hogares y bares alrededor de México.
En este contexto, la preparación de la michelada es una de las tradiciones destacadas, y existe un ingrediente cuya presencia se ha convertido en parte central de la experiencia: el jugo de limón . El aporte de este cítrico, más allá de su sabor, marca la diferencia en la composición y aceptación de la bebida en reuniones patrias.
La michelada , en su versión más extendida, combina cerveza, salsa picante, salsa inglesa, hielo, sal y, de forma fundamental, jugo de limón. Este último actúa no solo al brindar acidez y frescura, sino también al equilibrar los sabores y potenciar el aroma de la cerveza. La costumbre de escarchar el vaso con sal y jugo de