Tras el veto a la Ley de Financiamiento Universitario dictado el pasado miércoles y ante la imposibilidad de que lleguen nuevos fondos del Estado nacional en el corto plazo, la Universidad de Buenos Aires (UBA) comenzó a implementar una serie de medidas para garantizar su funcionamiento hasta fin de año, que incluyen recortes en el uso de servicios e instalaciones . Las restricciones se suman a otras disposiciones de austeridad que ya estaban en práctica hacía años.

Las medidas llegaron luego de un anuncio que hizo el jueves pasado el rector Ricardo Gelpi durante una conferencia, en la que sostuvo que la Universidad de Buenos Aires funcionaría "en estado crítico” . Durarán, en principio, hasta fines de 2025.

El primer recorte llegó en la climatización : entre las medidas par

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