El Gobierno de Javier Milei presentará el proyecto de Presupuesto 2026, que se centrará en un ajuste fiscal significativo. Este plan incluye recortes en los subsidios a la energía y al transporte, así como aumentos en las tarifas para los usuarios. La estrategia busca mantener el equilibrio fiscal, en línea con las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI).

El ajuste en el gasto de subsidios se ha convertido en un pilar fundamental para el Ejecutivo. En los últimos 21 meses, los usuarios han enfrentado fuertes incrementos en las tarifas de luz y gas. Según el informe del FMI, se prevé que los subsidios energéticos se reduzcan del 2,1% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2023 al 0,8% en 2026.

Entre enero y julio de 2025, el gasto en subsidios a las tarifas de luz y gas disminuyó en más de 2.100 millones de dólares en comparación con el mismo período de 2024. En 2024, el gasto en subsidios alcanzó los 4.031 millones de dólares, una notable reducción respecto a los 7.914 millones de dólares de 2022.

El secretario coordinador de Minería y Energía, Daniel González, ha indicado que se están considerando cambios en los esquemas de subsidios, lo que podría incluir la eliminación o reducción de la asistencia al gas en verano y a la electricidad en invierno. Esto ha generado inquietudes entre los especialistas, especialmente sobre el impacto en los hogares que dependen de la electricidad para calefacción.

El proyecto de Presupuesto también contempla un recorte del gasto público, que se espera que baje del 15,4% al 15,1% del PBI. Además, se anticipa un aumento en los pagos de intereses de la deuda, que pasará del 1,2% al 2,2% del PBI, lo que representa un incremento significativo en los compromisos financieros del país.

El FMI estima que el superávit fiscal primario aumentará del 1,6% del PBI en 2025 al 2,2% en 2026. Para lograr estos objetivos, se prevé un incremento en la recaudación tributaria, que pasará del 16,8% al 17,3% del PBI.

El Gobierno deberá enfrentar vencimientos inmediatos de deuda, incluyendo pagos de 1.230 millones de dólares al FMI y otros acreedores hasta noviembre, y 4.300 millones de dólares a bonistas privados en enero.

Con este panorama, el Presupuesto 2026 se presenta como un elemento clave para mantener el acuerdo con el FMI y asegurar la estabilidad económica del país en medio de crecientes presiones internas y externas.