Machu Picchu, el emblema del turismo en Perú, enfrenta una crisis sin precedentes. La ciudadela inca se encuentra en medio de un paro indefinido que ha paralizado el acceso a este importante destino turístico. Desde el 14 de septiembre, las comunidades locales han convocado a una huelga que ha dejado a numerosos turistas varados en la estación de tren de Ollantaytambo, sin información clara sobre su situación.
La situación se complica aún más con la advertencia de New7Wonders, la organización que designó a Machu Picchu como una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo. Esta entidad ha expresado su preocupación por el impacto negativo que los conflictos sociales y la falta de gestión adecuada están teniendo sobre el prestigio internacional de la ciudadela. Jean-Paul de la Fuente, director de New7Wonders, enfatizó la necesidad de un plan estratégico integral para garantizar la protección y gestión de Machu Picchu.
El paro ha sido convocado por las comunidades que exigen a Perú Rail la autorización para el traslado de buses de la empresa Sumaq Ayllu San Antonio de Torontoy. Este conflicto surge tras la finalización del contrato con Consettur, que operó durante más de 30 años. La comunidad local denuncia una supuesta colusión entre Perú Rail y Consettur, lo que ha intensificado las protestas.
A pesar de la crisis, las actividades turísticas en Machu Picchu continúan, aunque con un ambiente de incertidumbre. Sin embargo, la falta de transporte ha llevado a la cancelación del 40% de las reservas turísticas, según Michael Ugarte, presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de Machu Picchu. Las pérdidas económicas son significativas, alcanzando un millón de soles diarios, lo que afecta a hoteles, restaurantes y comercios locales.
Además, la Contraloría General de la República ha revelado serias irregularidades en la venta de boletos para ingresar a la ciudadela. La falta de personal orientador y deficiencias en la atención a personas con discapacidad han sido algunos de los problemas identificados. La situación se agrava con la inoperatividad de la caja fuerte donde se guardan los ingresos, lo que aumenta el riesgo de pérdidas.
New7Wonders ha advertido que la falta de acción por parte del Estado peruano podría comprometer el estatus de Machu Picchu como maravilla del mundo. La organización ha instado a todos los niveles de gobierno y al sector privado a trabajar juntos para implementar medidas que aseguren la sostenibilidad y la adecuada gestión del sitio.
En medio de este caos, Perú Rail y Ferrocarril Transandino han suspendido temporalmente sus servicios debido a los bloqueos en la ruta. Ambas empresas han instado a los pasajeros a tomar precauciones y han agradecido la comprensión ante los inconvenientes. La incertidumbre persiste, y la comunidad local y los turistas esperan una pronta solución a esta crisis que amenaza el futuro de Machu Picchu.