BUENOS AIRES (AP).— Como cada domingo, decenas de feligreses asistían a misa en El Carmelo, un poblado del suroeste colombiano, cuando interrumpieron sus rezos al oír los disparos que provenían de la calle. Presuntos miembros de las disidencias de la extinta guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia atacaban a la fuerza pública.

“La mañana transcurría muy tranquila cuando fue interrumpida por las balas; ya estábamos en la celebración de la santa eucaristía dominical de las 8 de la mañana, había bastantes feligreses”, relató ayer lunes a Associated Press el párroco Diego Tejada desde El Carmelo , ubicado en el convulso departamento del Cauca.

“La gente empieza a correr, yo los invito a mantener la calma, a pasar a la casa cural a refugiarnos, cuando en eso hay una expl

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