Los funcionarios de la administración Trump respondieron el lunes al asesinato del activista Charlie Kirk amenazando con hacer caer el peso del gobierno federal sobre lo que alegaron que era una red de izquierda que financia e incita a la violencia, aprovechando el asesinato para hacer afirmaciones amplias e infundadas sobre sus oponentes políticos.
Los investigadores aún estaban trabajando para identificar un motivo en el asesinato de Kirk, pero el gobernador republicano de Utah, Spencer Cox, ha dicho que el sospechoso tenía una "ideología izquierdista" y que actuó solo.
La Casa Blanca y los aliados del presidente Trump sugirieron que era parte de un movimiento coordinado que estaba fomentando la violencia contra los conservadores, sin presentar evidencia de que existiera tal red. Estad