
El juez ha desestimado este lunes los cargos de terrorismo contra Luigi Mangione en el caso del estado de Nueva York contra él por el asesinato del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson. No obstante, mantuvo los cargos de asesinato en segundo grado.
Los abogados de Mangione argumentaron que el caso del estado de Nueva York y un proceso federal paralelo por pena de muerte suponen un doble enjuiciamiento. Sin embargo, el juez Gregory Carro rechazó ese argumento, argumentando que sería prematuro tomar tal determinación.
Es la primera comparecencia de Mangione ante el tribunal en el caso del estado de Nueva York desde febrero.
El procesado, de 27 años, se ha ganado un gran número de seguidores como símbolo de las frustraciones con la industria de los seguros médicos.
Decenas de sus partidarios han acudido a su última vista, muchos de ellos vistiendo el color verde del personaje del videojuego Luigi como símbolo de solidaridad. Su comparecencia en abril en el caso federal generó una reacción similar.
En su decisión escrita, el juez afirmó que, si bien no cabe duda de que el asesinato no constituyó un delito callejero común, la ley de Nueva York no considera terrorismo simplemente por estar motivado por una ideología, informa Associated Press.
“Si bien el acusado claramente expresaba animosidad hacia la cobertura universal de salud (CUS) y el sector sanitario en general, esto no implica que su objetivo fuera ‘intimidar y coaccionar a la población civil’; de hecho, no se presentaron pruebas de tal objetivo”, escribió Carro.
Carro programó las vistas previas al juicio para el 1 de diciembre, días antes de la próxima comparecencia de Mangione ante el tribunal en el caso federal en su contra.
Mangione se declaró inocente de múltiples cargos de asesinato, incluido el de asesinato como acto de terrorismo, por el asesinato ocurrido el 4 de diciembre de 2024.
Un video de vigilancia mostró a un hombre armado enmascarado disparando a Thompson por la espalda cuando este llegaba a una reunión con inversores en el New York Hilton Midtown. La policía afirma que las palabras “retrasar”, “negar” y “deponer” estaban garabateadas en la munición, imitando una frase comúnmente utilizada para describir cómo las aseguradoras evaden el pago de las reclamaciones.
Mangione fue arrestado cinco días después, tras ser visto desayunando en un McDonald's en Altoona, Pensilvania, a unos 370 kilómetros al oeste de la ciudad de Nueva York.
Desde entonces, ha permanecido recluido en la misma cárcel federal de Brooklyn donde se encuentra recluido el rapero Sean “Diddy” Combs.
La fiscalía de Manhattan sostiene que no existen problemas de doble enjuiciamiento porque ninguno de los casos de Mangione ha llegado a juicio y porque los procesos estatales y federales involucran teorías legales diferentes.
Los abogados de Mangione afirman que los casos han creado un “pantano legal” que hace “legal y logísticamente imposible defenderse de ellos simultáneamente”.
Los cargos estatales, que conllevan una pena máxima de cadena perpetua, alegan que Mangione quería “intimidar o coaccionar a la población civil”, es decir, a empleados e inversores de seguros.
Los cargos federales, por su parte, alegan que Mangione acechó a Thompson y no implican acusaciones de terrorismo.
La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció en abril que ordenaría a los fiscales federales solicitar la pena de muerte por “un acto de violencia política” y un “asesinato premeditado y a sangre fría que conmocionó a Estados Unidos”.
La fiscalía de Manhattan citó extensamente fragmentos del diario manuscrito de Mangione para confirmar los cargos estatales de asesinato. Y señalaron su deseo de asesinar al magnate de seguros y sus elogios a Ted Kaczynski, el difunto terrorista conocido como Unabomber.
En los escritos, según la fiscalía, Mangione reflexionó sobre rebelarse contra el “mortífero cártel de seguros médicos, impulsado por la avaricia” y afirmó que asesinar a un ejecutivo de la industria “demuestra la imagen de un bastardo codicioso que se lo merecía”.
También citaron una confesión que, según afirman, escribió “A los federales”, en la que decía que “tenía que hacerlo”.
Las intenciones de Mangione “eran evidentes a partir de sus actos, pero sus escritos sirven para explicitarlas”, declaró la fiscalía en la vista de junio. Los escritos, que en ocasiones describieron como un manifiesto, “transmiten un mensaje claro: que el asesinato de Brian Thompson pretendía provocar un cambio revolucionario en la industria de la salud”.