El rostro de Pablo Musse (63) se transformó en la tarde de este lunes cuando la secretaria de la Cámara Uno del Crimen de Río Cuarto leyó el veredicto del juicio en el que se ventiló la sucesión de hechos que le impidieron darle el último abrazo a su hija Solange (35) antes de su muerte, que finalmente ocurrió unos días después.

Su caso se transformó en un emblema de los actos de falta de humanidad y justicia que se vivieron durante la pandemia de Covid en Argentina , en momentos en que el decreto de Aislamiento Social Preventivo Obligatorio (ASPO) se asemejaba a una ley marcial para los gobiernos locales y provinciales.

Tras dos horas de deliberación, con los votos de ocho jurados populares y dos jueces técnicos, se decidió absolver a los dos imputados de abuso de autoridad e

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