Once años después de su última aparición, San Mamés y un Athletic ilusionados acabaron comprobando en sus carnes la nueva ley de la Champions , donde los que marcan los pasos son los equipos de la Premier . Ese ritmo, intensidad y talento son difíciles de contrarrestar durante 90 minutos por mucha voluntad y sudor que se ponga. Dos acciones individuales del brasileño Martinelli lograron enmudecer el gran ambiente del estadio bilbaíno en la segunda mitad.
Para nada el Athletic pagó la novatada contra el Arsenal, equipo hecho a golpe de talonario. Al contrario, plantó cara durante más de una hora al semifinalista de la temporada pasada. Incluso por momentos, sobre todo en la recta final de la primera mitad, los vascos dominaron al aspirante inglés.
Fueron los mejores minutos locales,