El Real Madrid inició su andadura en la Champions con una victoria ante el Olympique de Marsella muy de su estilo. Desperdició un sinfín de ocasiones, remontó con dos goles de penalti marcados los dos por Mbappé, el segundo polémico porque las manos del defensor las tenía apoyadas en el suelo en posición natural, y todo cuando peor lo tenía porque jugaba ya en inferioridad por expulsión de Carvajal. Al final, apareció Courtois para evitar que los puntos volaran. Nada que no haya visto el Bernabéu, que disfruta con estas noches de locura y más si es en la Champions.
El partido estuvo marcado también por la suplencia de Vinícius, que de seguir así pronto dejará de ser noticia. Lo visto en Chamartín fue distinto a la temporada hasta ahora de los blancos. El equipo volvió a fabricar numer