El Real Madrid ha iniciado la Champions generando muchas dudas ante un rival de medio fuste como este Marsella venido a menos. Xabi llegó con el propósito de convertir al Madrid en un equipo de autor y trabaja denostadamente en ello, pero hasta ahora evidencia una notable falta de fútbol con la pelota en los pies y una preocupante fragilidad defensiva. Sin embargo, Mbappé rescató a los blancos desde los once metros, anotando de penalti los dos goles que le dieron un triunfo más sufrido de lo esperado y que ofrece más sombras que luces de este Madrid en construcción.
Xabi Alonso está siendo fiel a su palabra para domar los egos de unos jugadores que terminaron condenando a Ancelotti. Algo que, por el momento, le ha hecho ganarse el respeto de un vestuario que no es precisamente fácil, p