En Ciudad de Gaza, el último núcleo urbano de la Franja, vivían cerca de un millón de palestinos. Ahora, decenas de miles están huyendo, pero no tienen adonde ir
Testimonios de Ciudad de Gaza ante la orden de evacuación israelí: “Los niños no entienden por qué les apuntan con rifles”
A través de su cuenta de Instagram, Nemr Khatib, de 25 años, retransmitía el lunes por la noche en directo los intensos ataques del ejército sobre Ciudad de Gaza, capital de la Franja, urbe más poblada y último núcleo urbano. “Rezad por nosotros, amigos”, escribía en un vídeo grabado desde su casa en el que se escuchaban los disparos. El mundo aún no lo sabía, pero era el inicio de la ofensiva terrestre israelí, tal y como confirmaría horas más tarde el Gobierno de Netanyahu. “El mundo está mirando, pero necesitamos realmente vuestro apoyo y vuestra voz. No nos olvidéis”. Por tierra y por aire, el ejército israelí ha lanzado el asalto final sobre Ciudad de Gaza, a pesar de que allí permanecen algo menos de un millón de palestinos que no tienen adonde ir, como Nemr. Los bombardeos se han intensificado durante la noche del lunes al martes y los tanques han avanzado desde los suburbios, en los que las tropas terrestres entraron hace unas tres semanas.
Desde entonces, las fuerzas israelíes han ido estrechando el cerco sobre la ciudad, empujando a sus habitantes hacia el oeste a cañonazos y con amenazas. La semana pasada el Ejército israelí ordenó la evacuación de toda la urbe, advirtiendo a los residentes de que el tiempo para escapar y ponerse a salvo se agotaba. Pero muchos saben que ningún lugar en la Franja es seguro y que, si se marchan, muy probablemente no podrán regresar.
Según el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, 400.000 personas han abandonado Ciudad de Gaza hasta el momento, esto es, más de un tercio de los residentes y desplazados que vivían allí antes del comienzo de la ofensiva en agosto. Sin embargo, las agencias de la ONU han registrado el desplazamiento de unos 190.000 palestinos del norte al sur de la Franja desde mediados de agosto, 48.000 de ellos entre el domingo 14 y el lunes 15 de septiembre.
“Una campaña sin precedentes desde la Nakba”
“Lo que estamos presenciando hoy en la Ciudad de Gaza es una campaña de aniquilación, desplazamiento y borrado sin precedentes desde la Nakba”, afirma a elDiario.es la investigadora de Forensic Architecture, Julia Nueno Guitart, en referencia a la expulsión de unos 750.000 palestinos de sus casas y aldeas tras la creación del Estado de Israel en 1948.
“En 1948, las fuerzas sionistas solían dejar a las aldeas palestinas asediadas una única vía de escape para forzar y controlar la huida. De este modo, las comunidades quedaban fragmentadas en ‘islas’ cada vez más pequeñas mientras se borraban sistemáticamente los vestigios de las aldeas para impedir cualquier regreso. Hoy se repiten las mismas tácticas: dispersar a la población en territorios fragmentados y mantener abierto el ciclo del desplazamiento permanente”, agrega Nueno Guitart.
Hoy se repiten las mismas tácticas: dispersar a la población en territorios fragmentados y mantener abierto el ciclo del desplazamiento permanente
El Ejército ha dado instrucciones a la población de Ciudad de Gaza que se marche por la carretera Al Rashid, junto a la costa mediterránea, que es la única vía para escapar del norte al sur y está congestionada. Sólo pueden dirigirse a los campamentos de desplazados que hay en la zona central y sureña del territorio, los cuales ya están superpoblados y donde no hay sitio ni recursos para los recién llegados.
La investigadora de Forensic Architecture explica que las zonas en las que el Ejército israelí ha dicho a los habitantes de Ciudad de Gaza que se reubiquen representan “apenas 7,4 kilómetros cuadrados, menos de la mitad del espacio ya saturado que alberga a la población desplazada” de otras partes de la Franja (unos 2 millones de gazatíes están desplazados, casi la totalidad de la población).
Además, las zonas designadas como “seguras” están separadas, “lo cual contribuye a fragmentar aún más a las comunidades”. Nueno Guitart agrega que dos tercios de esas áreas se encuentran en las zonas a las que no pueden acceder los civiles palestinos –alrededor del 88% de la Franja–. En ellas “persiste la amenaza de violencia militar y muchas resultan inhabitables por sus propias condiciones físicas, entre dunas, invernaderos y un antiguo vertedero”.
Desde la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) han advertido de que el espacio para los desplazados en el sur de la Franja “está lleno de gente, los servicios para toda la población son muy limitados y no hay espacio físicamente para acoger a casi un millón de personas que vive en Ciudad de Gaza”. La coordinadora de emergencias de MSF en Gaza, Esperanza Santos, ha dicho en un comunicado que en los últimos días más y más personas se han marchado, pero no saben adónde ir. Santos ha recordado que todavía hay mucha gente en Ciudad de Gaza y que su situación allí es “terrible”.
El barrio donde vivo ha sido amenazado y muchos residentes han huido, pero sigo atrapado aquí debido a la falta de refugio en el sur
Nemr Khatib, un joven gazatí de 25 años de Ciudad de Gaza cuenta a elDiario.es que llevan semanas sufriendo los bombardeos y las amenazas de Israel. “El barrio donde vivo ha sido amenazado y muchos residentes han huido, pero sigo atrapado aquí porque no hay refugio en el sur. Mi familia está formada por siete miembros y no puedo vivir en una tienda de campaña porque mi madre tiene lupus, una enfermedad crónica, cualquier movimiento equivocado podría poner en peligro su vida”.
Sin embargo, después de la orden de evacuación de toda Ciudad de Gaza hace una semana, la familia de Nemr se dio cuenta de que debía marcharse porque sus vidas corrían peligro. “La decisión fue muy difícil. Mi corazón estaba apegado a mi hogar y a mis recuerdos” explica el joven, que este martes permanece en Ciudad de Gaza porque no ha conseguido la forma de trasladar a su familia de forma segura.
Nemr manda un mensaje al mundo en un texto enviado a este periódico: “Los palestinos soñamos con la libertad, la paz y una vida digna, como cualquier otro ser humano. Espero que el mundo vea nuestro verdadero sufrimiento y comprenda que no somos números ni noticias pasajeras. Somos seres humanos, tenemos nuestros sueños, nuestras familias, nuestros recuerdos, y merecemos vivir y seguridad”. Su familia es originaria de Al Majdal, una localidad palestina ocupada en 1948, próxima a la actual ciudad israelí de Ashkelon, al norte de Gaza.
El último núcleo urbano habitado
Después de casi dos años de ofensiva en la Franja de Gaza –en la que ha matado a unos 65.000 palestinos–, el Ejército israelí se dispone a invadir y tomar el control del último núcleo habitado que tiene una semblanza de ciudad en la Franja, después de haber vaciado y destruido las localidades de Rafah y Jan Yunis, en el sur del enclave costero. La relatora especial de Naciones Unidas para los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados, Francesca Albanese, denunció el lunes que Israel estaba haciendo de Ciudad de Gaza un lugar “inhabitable”.
“¿Por qué? –se preguntaba Albanese–. Este es el último trozo de Gaza que debe quedar inhabitable antes de avanzar la limpieza étnica de ese pedazo de tierra”, afirmaba.
Este es el último trozo de Gaza que debe quedar inhabitable antes de avanzar la limpieza étnica de ese pedazo de tierra
El paso previo para hacer de Ciudad de Gaza un lugar inhabitable fue impedir la llegada de la ayuda humanitaria y prácticamente de cualquier producto, hasta provocar la hambruna en esta zona de la Franja, tal y como declaró hace menos de un mes el principal organismo internacional de seguridad alimentaria, respaldado por la ONU. En su informe, el organismo también advirtió que entre mediados de agosto y finales de septiembre de 2025 las condiciones empeorarían, “con una expansión de la hambruna” hacia el centro y el sur del enclave, hacia donde el Ejército dirige ahora a los residentes de la urbe.