Con a muerte de Robert Redford el martes, Hollywood perdió al eterno chico de oro que se convirtió en un director ganador del Oscar, activista liberal y padrino del cine independiente bajo el nombre de uno de sus personajes más queridos. Tenía 89 años.
Después de alcanzar la fama en la década de 1960, Redford fue una de las mayores estrellas de la década de 1970 con películas como “The Candidate”, “All the President’s Men” y “The Way We Were”, culminando esa década con el Oscar al mejor director por “Ordinary People”, que también ganó el premio a la mejor película en 1980.
Su cabello rubio ondulado y su sonrisa juvenil lo convirtieron en el más deseado de los galanes, pero trabajó arduamente para trascender su apariencia, ya sea a través de su defensa política, su disposición a asumir ro