Lejano se observa aquel 3 de julio de 1955, cuando la lucha y persistencia de las mujeres mexicanas abrió caminos para lograr, por primera vez, acudir a ejercer el derecho constitucional de votar y ser votadas.
Inolvidable es también la imagen de Rosario Ibarra de Piedra, abrazada a la esperanza de la fotografía de un hijo desaparecido, aferrada al pecho como estandarte de amor e impulso de lucha, en una contienda que le recordaría como la primera mujer en postularse como candidata a la presidencia de México.
El camino de las mujeres en la historia de México ha sido por demás empedrado y hasta doloroso, los tacones de Josefa Ortiz Téllez Girón resonando como alerta de una conspiración descubierta, siendo silenciosa alarma que encendería el inicio de lo que hoy conmemoramos como el 215 an