Mexicali,B.C.- Mexicali se transformó la noche del 15 de septiembre en un mosaico de colores, aromas y sonidos. Desde temprano, la calzada Independencia y la avenida De los Héroes comenzaron a llenarse de familias que buscaban un buen lugar para presenciar la ceremonia del Grito de Independencia.
Conforme avanzaba la noche, el calor no solo venía del clima cachanilla, sino también del mar de gente que se aglomeró para celebrar la noche mexicana más esperada del año.
El ambiente era una mezcla armoniosa de fiesta y tradición. El aroma de la comida frita se entrelazaba con el dulce olor del algodón de azúcar y el del maíz tostado de los elotes recién preparados.
Saúl Martínez
No faltaban las gorditas de nata, las banderillas de carne, el pozole servido humeante y las aguas frescas de