"Idiomas, querida, idiomas", decía la pitonisa y adalid del freakismo televisivo Aramís Fuster. No le faltaba razón, los idiomas son fundamentales para entendernos en estos tiempos donde el ruido ensordecedor hace casi imposible la escucha.

Hemos oído hablar en un japonés más que admirable al ministro de Economía, Carlos Cuerpo, también balbucear a Abascal en un francés chapucero, pero claro, él es más de castellano antiguo. Fue el ministro del PP Jesús Posada quien llegó a decir "menos Siria y más Soria" en unos tiempos en los que lo local primaba sobre lo global, si hoy levantara la cabeza al tablero internacional… Ana Botella hizo sus esfuerzos con su "relaxing cup of café con leche", que ya podría haber pedido un té con pastas Esperanza Aguirre con su perfecto inglés británico o el má

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