La designación del Departamento de Estado dinamita la narrativa del Ejército sandinista sobre el control del narcotráfico

La Administración de Donald Trump continúa cercando, al menos con herramientas diplomáticas y de seguridad regional, al régimen copresidencial de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Esta semana ha designado a Nicaragua como “un país clave en el tránsito de drogas hacia Estados Unidos”. Dicha designación, dictada por el Departamento de Estado que dirige Marco Rubio, ocurre en un contexto particular: las operaciones de Washington en el Caribe venezolano, que tiene en la mira al régimen de Nicolás Maduro, un aliado incondicional de Managua.

La designación, además de países como Afganistán, Bahamas, Belice, Bolivia, Birmania, China, India, Laos o Pakistán, alcanza tamb

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