Entre océanos y montañas, entre sabanas infinitas y ciudades vibrantes, Sudáfrica tiene la fama de sonar tan remota como sofisticada , pero la realidad sorprende: llegar hasta allí puede costar lo mismo que un vuelo a Europa . Lo más recomendable es llegar vía San Pablo y, sin costo extra, se puede hacer un stopover para disfrutar de la ciudad brasileña antes de continuar hacia Johannesburgo (la opción con más frecuencias) o Ciudad del Cabo, su puerta más escénica. Varias aerolíneas operan integradas (Ethiopian Airlines, South African Airways, Gol), lo que permite armar el recorrido combinándolas.

El atractivo se multiplica con una vida cotidiana allí que resulta económica . Desde la gastronomía (un plato en restaurantes ronda los U$S 5, una pizza US$ 8 y dos litros de gaseosa US$

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