El 5 de septiembre de 2025 marcó un punto de quiebre en la gestión del transporte turístico hacia Machu Picchu . Ese día venció la concesión que por más de tres décadas mantuvo la empresa Consettur para operar la ruta de buses entre el pueblo de Machu Picchu y la ciudadela inca, en la ruta Hiram Bingham. Sin embargo, las autoridades locales no lograron organizar a tiempo una nueva licitación pública. En su lugar, la Municipalidad de Urubamba adjudicó de manera directa y temporal el servicio a la empresa San Antonio de Torontoy , alegando desabastecimiento y urgencia. La falta de previsión y claridad en este cambio detonó un conflicto que rápidamente desbordó el plano administrativo.
En los días siguientes, el panorama se volvió caótico. Mientras los buses de Consettur seguían circ