La Champions League arrancó con todo su dramatismo y dejó una de esas noches que quedarán en la memoria. En Anfield, el Liverpool se impuso 3-2 al Atlético de Madrid con un gol de Virgil van Dijk en el tiempo de descuento, cuando el empate parecía inevitable. Fue un partido eléctrico, con emociones desde el arranque y que terminó confirmando el romance eterno de los ‘Reds’ con los finales épicos.

El equipo de Arne Slot parecía haber resuelto todo muy rápido: Andrew Robertson (4′) y Mohamed Salah (6′) colocaron el 2-0 en apenas seis minutos. Un inicio demoledor que hacía pensar en goleada, pero el Atlético, fiel al estilo del ‘Cholo’ Simeone, se levantó a pura garra.

Marcos Llorente volvió a vestirse de héroe en escenarios grandes. Primero descontó al filo del descanso (45+3′) y lue

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