La cadena ABC ha decidido suspender "indefinidamente" el popular programa nocturno de Jimmy Kimmel. Esta decisión se produce tras los comentarios polémicos del presentador sobre el asesinato de Charlie Kirk, un activista conservador. La controversia ha generado presiones políticas y amenazas de sanciones por parte de la FCC, así como la negativa de algunos operadores afiliados a continuar emitiendo el programa.
El anuncio fue realizado por un portavoz de ABC, quien no proporcionó más detalles. La suspensión se hizo efectiva después de que Nexstar Media, un importante operador de estaciones afiliadas a ABC, anunciara que no emitiría el programa debido a los comentarios de Kimmel. "Nexstar se opone firmemente a los recientes comentarios hechos por el Sr. Kimmel sobre el asesinato de Charlie Kirk y reemplazará el programa con otra programación en sus mercados afiliados a ABC", indicó la compañía.
Durante su monólogo del lunes, Kimmel criticó a la "pandilla MAGA" por intentar distanciar al presunto asesino de Kirk, Tyler Robinson, de su ideología política. "La pandilla MAGA trata desesperadamente de presentar a este chico que asesinó a Charlie Kirk como algo más que uno de ellos", afirmó Kimmel. Además, se burló de la respuesta del presidente Donald Trump al asesinato, sugiriendo que su reacción fue insensible.
Brendan Carr, presidente de la FCC, calificó los comentarios de Kimmel como "la conducta más repugnante posible" y sugirió que la FCC podría revocar las licencias de afiliación de ABC si no se toman medidas contra el presentador. Carr enfatizó que las emisoras tienen la obligación de operar en el interés público.
Por su parte, Anna Gomez, la única comisionada demócrata de la FCC, defendió la libertad de expresión, argumentando que la violencia política no debe ser utilizada como justificación para la censura. El Centro para los Derechos Americanos también presentó una queja ante la FCC, argumentando que los comentarios de Kimmel no deben ser considerados como sátira.
Kimmel, que ha sido un crítico frecuente de Trump, ha visto su programa, que se emite desde 2003, convertirse en un espacio popular de entretenimiento. Sin embargo, la controversia actual ha llevado a su suspensión, lo que ha generado un debate sobre la libertad de expresión y la responsabilidad de los medios en el contexto político actual.