En lo profundo del verde corazón de La Florida, Nariño, hay un lugar donde la naturaleza y el propósito caminan de la mano. Se llama Reserva El Encanto, y más que un destino, es un sueño convertido en motor de vida.

Hace cinco años, Juan Pablo Riascos decidió apostar por lo que muchos veían imposible: construir un proyecto de ecoturismo que respetara la tierra y educara al visitante. Hoy, ese sueño florece entre senderos, cascadas y el canto de más de 50 especies de aves.

Aquí, la aventura no está reñida con el respeto. El puente tibetano de 100 metros de altura permite una descarga de adrenalina con casco y arnés, mientras los senderos ecológicos revelan paisajes que solo el que camina con los ojos del alma puede comprender.

La Reserva El Encanto no es un parque temático. Es una lecció

See Full Page