CARACAS (AP) — Por segundo día consecutivo Venezuela realizaba el jueves ejercicios militares en las inmediaciones de isla caribeña de La Orchila, donde desplegó buques de la Armada y drones, como parte de la preparación de sus Fuerzas Armadas ante la actividad de barcos de guerra estadounidenses cerca de las costas del país.

El gobierno del presidente Nicolás Maduro dio la orden de prepararse ante una presunta amenaza de invasión estadounidense para forzar un cambio de gobierno.

Los ejercicios de tres días incluyen 12 buques militares, 22 aeronaves, vehículos anfibios, equipos de defensa antiaérea, 2.300 efectivos y 20 pequeñas embarcaciones pesqueras operadas por miembros de las milicias --voluntarios armados--.

“Continúa la maniobra de campaña ‘Caribe Soberano 200’”, indicó el jueves el ministro de Defensa, general en jefe Vladimir Padrino López, mediante su canal en Telegram, donde publicó un vídeo que mostró aviones Sukhoi de fabricación rusa y ejercicios de desembarco.

Las Fuerzas Armadas venezolanas “demostrando una vez más que esta patria tiene quien la defienda”, añadió el ministro sin dar otros detalles.

Padrino ha dicho que es necesario “duplicar esfuerzos” y “elevar nuestro apresto operacional” ante un eventual escenario de conflicto armado en el mar.

La Orchila, de arena blanca y aguas de color turquesa, está ubicada a 160 kilómetros de Caracas, cerca del lugar donde el 13 de septiembre el gobierno de Venezuela denunció que una embarcación con nueve pescadores fue abordada de manera “hostil” por una unidad de la Marina de guerra estadounidense mientras navegaba en su territorio marítimo.

“¿Qué buscaban? ¿Atún? ¿Qué buscaban? ¿Un kilo de pargo? ¿Quién dio la orden en Washington para que un destructor misilístico mandara a 18 marines armados a allanar un buque pescador de atún?”, cuestionó Maduro. “Estaban buscando un incidente militar. Si los muchachos atuneros hubieran tenido algún tipo de armas y accionan armas estando en jurisdicción venezolana, hubiera sido el incidente militar que están buscando los guerreristas extremistas que quieren una guerra en el Caribe”.

La tensión entre ambas naciones surgió luego de que el presidente estadounidense Donald Trump ordenó el despliegue de buques de guerra en el Caribe frente al país sudamericano con el argumento de combatir a los cárteles de drogas latinoamericanos.

La administración de Trump ha acusado a Maduro de liderar un cartel para inundar a su país de drogas, por lo que, además, duplicó una recompensa por su captura de 25 a 50 millones de dólares.

El gobierno de Estados Unidos no ha dado señales de que tenga previsto realizar una incursión terrestre con los más de 4.000 efectivos que están desplegados en la zona.

Maduro ha advertido que declararía constitucionalmente una “república en armas” si el país “fuera agredido“ por las fuerzas militares estadounidenses posicionadas en el Caribe.