La autora de esta columna destaca el valor de la comida chilena no solo en el contexto de las fiestas patrias, sino como ejemplo de identidad. Sostiene que «por eso, los animamos a seguir explorando la riqueza de la cocina chilena, celebrarla y difundirla, ya que detrás de cada plato se esconde una historia, recuerdos y un pedazo de nuestra tierra, una muestra de su identidad cultural».

La gastronomía de un país no solo forma parte de su herencia cultural, sino que también integra la oferta turística única que él mismo puede ofrecer. Atrayendo visitantes locales y extranjeros, contribuye de manera relevante a la actividad económica de la nación y al desarrollo de su población. Así, se puede afirmar que la cocina de Chile, dadas sus particularidades, está llamada a ser diversa, dinámica y

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