En un fallo sin precedentes, la Cámara criticó lo que definió como un "peculiar trámite", una "singular demora", y principalmente el hecho de que la agrupación fue privada de ejercer su defensa, pese a que el propio tribunal había dado instrucciones contrarias.
“La Cámara fue demoledora con el accionar del juez local Vázquez y la fiscalía. Se demostró lo que veníamos denunciando: fuimos víctimas de una operación política y judicial diseñada para proscribirnos”, expresó Diego Bavio, referente del espacio UNIR, en diálogo con TiempoSur .
Según relató, la agrupación se encontró con maniobras procesales dilatorias que les impidieron presentarse en tiempo y forma, a pesar de haber contado con el respaldo legal para hacerlo. Si bien el fallo reconoce la legitimidad de las denuncias realizada