La industria española presenta una electrificación de apenas el 32%. El gas supone el 42% del consumo de energía final industrial y los productos petrolíferos un 11%. Las energías obtenidas de fuentes renovables (eólica, solar, biomasa, etc.) y los biocombustibles representan otro 12%. El proceso de electrificación requerirá un aumento de su capacidad de conexión a la red eléctrica para descarbonizarse e incrementar la competitividad de la industria.
Cinco subindustrias intensivas en energía concentran casi el 75% del consumo energético industrial. La de los minerales no metálicos tiene un 20,7% de su actividad electrificada, según los datos recabados por Deloitte del IDAE. La penetración de la electricidad en la industria química y petroquímica es de un 18,8% que se reduce al 14,6% en