Por José María Noguerol

Es probable que estuviéramos sobre el césped de la facultad de Derecho de Barcelona cuando me dijiste que lo dejabas todo. Acababas de ver Todos los hombres del presidente y estabas dispuesta a trabajar en el Post aunque fuera llevando los cortados, si es que allí tomaban cortados. Con tal de verle a él. Te dije que por allí estaba también Jason Robards haciendo de Bradlee, que era muy interesante, como se demostró años después en Julia, pero ni caso. Entonces fue cuando te gané la partida, y te quedaste: “Me enamoré, siendo adolescente en ciernes, de los dos y de la canción” y asustada, corriste a ver una reposición de Tal como éramos. Te quedaste hasta que huiste con tu particular agreste del Pirineo Oriental. Son cosas que pasan.

Cuando descubrimos que hay cier

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