La cultura de la cancelación no existe. Esta es la cantinela que se ha escuchado durante mucho tiempo de boca de opinadores y supuestos ilustrados, cuando a periodistas, cómicos, escritores y profesionales de muy variados perfiles se les ha invitado a buscar la puerta de salida o han visto, por ejemplo, cómo sus presentaciones de libros, conferencias o actuaciones eran canceladas tras haber mostrado públicamente una opinión sobre algún tema en concreto. La ceguera ideológica que padecen aquellos que han negado la existencia de la cultura de la cancelación durante años es digna de estudio. Al igual que merece una investigación exhaustiva el milagro de cómo han vuelto a recuperar la vista por arte de magia tras el anuncio de la ABC de que suspendía indefinidamente la emisión del programa de
Libertad de expresión, pero solo para los míos

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