¿Cómo debe ser convivir con un dolor mayúsculo , prácticamente paralizante? ¿Un dolor que requiere una medicación que solo se prescribe en casos contados y que provoca que quien la toma no pueda desenvolverse con normalidad en el día a día? A estas preguntas, que no son fáciles de pronunciar, puede responder para su infortunio Francisco Abril, un cacereño que padece una enfermedad que le afecta a las vértebras, en el argot médico, una discopatía, y que desde algo más de una década le provoca un malestar crónico.

La realidad de este paciente podría ser como la de cualquier otro en su misma situación salvo porque en su caso, le añade una circunstancia completamente excepcional. Hace más de mil días que aguarda una operación. Esta espera se debe a que en octubre de 2021 le prescribiero

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