La seguridad del expresidente Donald Trump está bajo máximo escrutinio mientras el Servicio Secreto y agencias federales se preparan para su asistencia al funeral del activista conservador Charlie Kirk este domingo en el Estado Farm de Arizona, un recinto con capacidad para más de 73,000 personas.

La alerta se maximiza tras el asesinato de Kirk y los dos intentos de asesinato que sufrió Trump el año pasado.

Un informe confidencial del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y el FBI, distribuido el jueves a agencias federales y obtenido por medios nacionales, advierte que se están rastreando “varias amenazas de credibilidad desconocida” en contra de Trump, el vicepresidente JD Vance, miembros de la familia Kirk y otros funcionarios que planean acudir al servicio conmemorativo.

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