Un estudio reciente publicado en Nature advierte sobre una situación preocupante: la diversidad genética de muchas especies animales y vegetales está disminuyendo de forma constante, lo cual pone en riesgo su capacidad de adaptación al clima, a enfermedades emergentes y a otros factores ambientales.

El análisis abarcó 628 especies de aves, mamíferos, plantas y hongos entre los años 1985 y 2019 , revelando que dos tercios de las poblaciones estudiadas presentan una reducción en su variabilidad genética. Lo alarmante es que muchas de estas especies no están clasificadas como en peligro: la pérdida genética las afecta silenciosamente.

Causas principales

Los investigadores identifican varias causas de esta pérdida:

Crecimiento urbano, deforestación y cambios en el uso del suelo que

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