Cuesta imaginarse en términos de caracterización a un actor con la belleza angelical y marcadamente británica de Jude Law convertido en alguien con la dureza gestual y soviética de un personaje como Putin. Pero como el cine es la demostración, además de esta cosa pessoaniana de "que la vida no basta", de que casi cualquier cosa es posible, en la película presentada por Olivier Assayas en Perlas durante la jornada de ayer, vemos al actor de "Closer" encarnando al mismísimo dirigente ruso en un papel, eso sí, más accesorio que protagónico.
En "El mago del Kremlin", esta densísima propuesta cinematográfica ficcionada basada en la novela de Giuliano da Empoli que funciona como un enorme artefacto discursivo, intelectualmente antropológico y emocional condensando toda la historia cronológica d